Los días de fiesta por aquél
entonces
celebrados hasta el amanecer, podrían
hacernos pensar en libros
olvidados
y pasiones de un corazón loco.
Hoy nos encontramos otra vez,
despiertos y líquidos
como la lluvia sobre el río.
Y no hay mirada más cierta
ni canción más justa, que las
que creíamos olvidadas.
Fotografía por Luthien (Buenos Aires), "Pájaros de fuego", 2009